Como tantos otros sábados, la jornada venía cargada. Partido temprano y luego el cumpleaños de Milu en la futura nueva Sede Social de La Bomba. De nosotros dependía que los festejos fueran completos. A esto se le sumaba una situación emotiva e inesperada: el regreso del Facha, quien no pudo soportar la distancia y desertó de su deserción. Si bien no venía jugando a nada y arrastraba una lesión, la llegada tarde de Poncho lo obligó a pararse en la cancha. “¿Y si todavía metés un gol?”, le dijo alguien. Jugando de 6 era difícil.
La Bomba arrancó con todo, jugando y tocando, y pasó lo merecido. En esos momentos hay que creer que alguien tiene el poder de decidir que pase lo más emotivo, aunque esto se vea como improbable; porque después uno lo recuerda y no se puede creer. ¿Realmente fue así? Y la respuesta es que sí, fue así: corner, Andy la tira al primer palo, Fer alcanza a peinarla y entra el Facha, con toda su panza, más Ogro Fachani que nunca, y la mete. Sí, señores, gol de Facha, y de panza. A los 5 minutos salió aplaudido, porque había llegado Poncho.
La intención de desplegar un buen fútbol a veces hacía correr riesgo el propio arco, pero la impericia de los delanteros contrarios mantenían el resultado. Sobre el final del primer tiempo Chipi tomó el balón, desbordó y tiró un centro rasante muy ajustado que Toro alcanzó a conectar con el dedo gordo y a cobrar.
En el complemento, siguió jugándose bien, se desperdiciaron varios goles, y como marca la ley del fútbol y la de la homosexualidad, si no la metés te la meten. Favela 24 descontó pero se quedó ahí, y todo terminó siendo festejo de La Bomba, festejo que se extendió hasta cualquier hora.
LA BOMBA 2 vs. 1 FAVELA 24
Matías Conte
Martín D’Adamo
2 comentarios:
-gracias capitán y equipo por darme la oportunidad de volver el equipo de mis amores , donde me quiero retirar
hasta que la muerte nos separe!
puedo verlo desde madrid al facha llegando tarde y con una camisa que le regaló el tío del amigo, del primo que no por eso significa que sea linda y mucho menos ponible, diciendo "vengo a alentar" porque correr ni el bondi puedo. Y es ahí cuando Dios encarnado en Norberto Russo le dice al Oido "pibe, hace algo productivo en tu vida" y saca un gol de panza que desata el delirio.
Los elegidos son así, el facha es así.
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