lunes, abril 18, 2011

GIRA A ROSARIO 2010

LA ENIGMÁTICA BOMBA

“En su costa de sirenas los Ulises confundidos piden aire”,
cantaba Baglietto.
Y bajo esas entonaciones el indescifrable team de La Bomba arribó por tercer año consecutivo a la ciudad de Rosario, en busca de hacer historia o al menos de mejorar su performance con respecto a torneos pasados.

El Torneo Gral. San Martín se sabe un desafío muy complicado, sobre todo en la categoría Libre, donde se desempeña el multigeneracional equipo en cuestión.

Parte del representativo Bombero.

Pero en un torneo donde participan Universidades, Colegios, Clubes y La Bomba, el factor sorpresa puede ser siempre un elemento a tener en cuenta, sobre todo cuando los partidos duran alrededor de media hora. Lo bueno es que difícilmente uno se pueda comer una goleada contundente...aunque ha sucedido.

La noche es otro factor inesperado, que puede jugar tanto a favor como en contra. Depende de a quién uno enfrente. Si tocan los locales, lo mejor es tratar de que no llenen la canasta, porque sumado a todo el entrenamiento que tienen encima, ese fin de semana se acuestan temprano ya que los bares y boliches están llenos de chabones que vinieron de otros lados a jugar al fútbol y a divertirse. Y Rosario no se les va a mover. Al fin de semana siguiente estarán Las Leonas jugando al hockey y ahí sacarán a relucir la copa que seguramente se lleven si les toca jugar contra equipos extranjeros. ¿Se entendió? Es fácil: el que vive en Rosario, ese fin de semana mira un video con la novia, mientras que los turistas salen a comprobar las bondades de la afamada noche a orillas del Paraná.

Lo cierto es que este año fue la mejor performance del equipo en el Torneo. Cosechó más puntos que nunca (4 en 3 partidos), y perdió sólo contra el campeón y local, el Jockey Club de Rosario.

Seguramente muchos se preguntarán cuál fue la receta para mejorar con respecto a las dos participaciones anteriores. Es importante ir desde el principio.

La primera resolución fue que un contingente partiera primero. De eso se encargaron Facha, el Petiso y Toro, que desembarcaron en la ciudad santafesina el jueves por la noche. Luego de organizar todo en Cool Raúl y Kalifornia Hostel (hubo que reservar 2 hostels porque fue récord de convocatoria: 21 personas), se aclimataron a los escasos metros de altura de la ciudad, tanto de noche como durante el día del viernes.

La primera bombereada se la mandó el Colo, quien se compró una Combi en ruinas y quiso llegar a Rosario con eso. Enigmático fue que consiguiera dos acompañantes (Ficha y Pedro), quienes fueron empujados a comerse el garrón de quedarse varios kilómetros después. Entre que fue la grúa y volvieron a Bs. As. se perdieron media gira, pero al final llegaron.

El inicio de la travesía trunca

El resto de los gireros fueron llegando entre el viernes y el sábado: los Alen Brothers, Alvaro, Tupac, Diego, Gonchi, Pika, Guille, Canalla, Leproso, Maldito, Poncho, Milu, Andy y Leo.

Alvaro, Poncho y Maldito, en la previa de un match

El primer partido, en la mañana del sábado, transcurrió en una cancha que nos traía recuerdos de goleada contra los primos uruguayos, y esta vez, enfrente, habían más uruguayos. Fue un partido cerrado que terminó con triunfo de La Bomba por 1 a 0, con gol de Toro, gracias a un error de un charrúa, que transformó un lateral en un pase gol.

Jugada de escaso peligro en el único triunfo de la gira

Esa misma tarde vendría el partido más complicado: el local, que venía de golear y demostrar que aspiraba algo más que clasificar.
Por todo lo que se explicó más arriba, el resultado fue 3 a 0 a favor del Jockey Club de Rosario.

Luego llegó la noche. El comienzo fue una sucesión de errores que depositaron a toda la delegación en una cantina cuyo promedio de cubiertos rondaría los 30 semanales. Una primera delegación seleccionó el lugar (empujados por una tele y un San Lorenzo – Racing que se transmitía en directo), y luego llegó el resto para completar 21. Hubo descontento y euforia a la vez, todo muy enigmático.
La noche siguió en la misma sintonía, entrando a lugares que no tenían mucho brillo, pero que nos succionaban y nos hacían perder miserablemente el tiempo. Descontento y euforia por igual. La fórmula era: DESCONTENTO + EUFORIA = ENIGMÁTICA BOMBA.

Enigmática foto

Al día siguiente, muchos estaban mal dormidos(a pesar de lo poco explosivo de los lugares elegidos para beber y divertirse), mientras que unos pocos se hallaban en buen estado de salud. El último partido era a las 10 de la mañana del domingo, y para clasificar había que asesinar al plantel favorito. Luego de pensar en alternativas, decidimos que lo mejor era jugar y luego continuar con el circuito de siempre: la playa.

Al llegar a la cancha (tarde), la sorpresa fue que el rival estaba llegando más tarde aún. Al verlos entrar, notamos que habían pasado una noche tanto o más larga que el verde conjunto. El partido se transformó en una sucesión de errores, que derivaron en un intenso 2 a 2, con goles del Petiso y Toro. La nota la dio Guille, quien con sólo 3 minutos de juego en toda la gira, fue expulsado.

Guille (antes de la roja), Leproso y Canalla

Luego vino la playa, el regreso en cuotas y la confirmación para el 2011, año en que se impondrán nuevos objetivos, por lo pronto, hacer por lo menos 5 puntos.

Cada viaje tiene su sello, y además de todo lo vivido entre amigos, en el canto tribunero de los hinchas quedó una frase que se plasmó para siempre en el corazón y adjetivó de manera certera la realidad verde: LA ENIGMÁTICA BOMBA.

El Narrador Omnisciente

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