ROSARIO SIGUE ESTANDO CERCA

La sana costumbre de salir de Buenos Aires, la agradable sensación de llegar a Rosario y encontrarse con las postales de una ciudad privilegiada por sus atractivos, el río, las mujeres. Por segundo año consecutivo La Bomba llegó a la provincia de Santa Fe para jugar la copa Gral. San Martín en el Jockey Club de Rosario. Y por supuesto, repitiendo también la base de operaciones: el Hostel Cool Raúl. Esta vez llegamos todos el viernes, esta vez 13 sujetos, desafiando la mala suerte. Porteños, salteños, holandeses, todos unidos por la excusa del fútbol. Arrancamos el sábado, contra un equipo uruguayo que vacunó desde temprano, aprovechando la costumbre verde de entrar dormidos al campo de juego. De a poco se fue inclinando la cancha y sobre el final Milu clavó el empate definitivo.



Norbert amenazando a un rival










En el segundo turno, otro equipo uruguayo, el cual finalmente sería el campeón del torneo. Otra vez La Bomba comenzaba haciendo la plancha, pero la contundencia de estos charrúas hizo que el precio en los primeros minutos fueran 3 goles de diferencia. Sobre el cierre de la primera parte el Petiso descontó y el 2do tiempo fue todo verde. Un golazo de Tupac puso el 2-3, y todo parecía encaminarse al empate, pero Uruguay aguantó y se llevó los puntos. De todos modos quedaban ganas de festejar. Aprovechando que Central jugaba contra Racing en el Gigante de Arroyito, la delegación se fue a ver el espectáculo, que por cierto fue bastante malo.
Luego de una parrillada, la noche se gestionó sobre la calles San Lorenzo, entre Cool Raúl y el bar de mitad de cuadra, que siempre estuvo cerca. El domingo hubo que cerrar el torneo jugando contra la selección de CUBA. Para no perder la costumbre, nos clavaron 5. Anecdótico, previsible y algo doloroso.
Y por último, a cerrar el día en la playa. A veces a La Bomba le falta fútbol, pero nunca le falta alegría. Y por suerte, este torneo-excusa, va transformándose poco a poco en una sana costumbre. Y quizás algún día lo ganemos, pero por ahora es lo que menos nos importa.